Mi hermana estaba loca de niña
|Apertura del programa «Guetap» -04/Febrero- con Reynaldo Sietecase. Conducido por Reynaldo Sietecase en Radio Vorterix.
Mi hermana estaba loca de niña
Mi hermana estaba loca de niña
No es una presunción
Su estado mental osciló siempre
entre la maravilla y el delirio
Ya estaba loca
cuando caminaba en puntitas
por el filo de la cornisa
ahuyentando palomas
con su risa filosa
respondiendo a preguntas simples
con monólogos desconcertantes
Era el revés de un estado de gracia
lloraba en las funciones de circo
rechazaba los besos y el helado de fresa
Al principio mis padres estaban perturbados
por su cara malvada
y sus mordiscos salvajes
después se acostumbraron
Por entonces ignoraba mis pasos por la casa
y prefería jugar con gatos vagabundos
Ya estaba loca
cuando le dijo a una monja
del colegio donde estaba pupila
que tenía labios hermosos y sensuales
cuando bailó sobre el techo
del auto del profesor de química
que la había aplazado
a ella que sabía de pociones y menjunjes
más que nadie
a ella que curaba el empacho
y la culebrilla
con sólo persignarse en gesto displicente
Ya estaba loca
cuando parió a sus hijos
en medio de la guerra
y el cielo presagiaba atrocidades
Con el tiempo
los hombres le surgían con cada
movimiento de cadera
Y cada cuatro años se le caían
de los hombros
Una vez, hasta la interrogó la policía
-¿Qué hace de sus maridos?- le preguntó el agente
-Creo que se vuelan, son demasiado leves- dijo
Ya estaba loca
cuando subió un día de abril a un escenario
y exclamó como Marilyn: aquí me quedo
Pasaron los años como flechas de seda
y la tipa allí
inmóvil como un sueño
con su nombre brillando en la invisible marquesina
Ya estaba loca
cuando comenzó a dialogar con los muertos
y exhibió esa fraternidad
que sólo tienen las almas
imposibles de conmover con prebendas
y absoluciones
Ahora discute con dios
prepara pescado con cerveza
y reparte su tiempo haciendo milagros pequeños
y obras de teatro
Cuando se lo reclaman a viva voz
cura a los enfermos
La piedad le sienta muy bien
como un vestido rosa que tenía
y ahora no recuerda
Pero no todo es un suave deslizarse
también distribuye maldiciones
Para mí
multiplica el vino de las fiestas
inventa historias
y ha logrado a fuerza de sermones
corromperme
para que cuente sus hazañas